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El Valle no se detiene

miércoles, 23 de julio de 2014

Estos son los ‘dueños’ del poder en la política del Valle del Cauca

Lo que deja ver el mapa actual del poder político del departamento es que los congresistas, concejales y diputados están literalmente cogobernando en varias instancias. Los tentáculos más largos continúan siendo los de la exsenadora Dilian Francisca Toro, el alcalde Rodrigo Guerrero y el gobernador Ubéimar Delgado.
Las prácticas políticas tradicionales, en las que el respaldo electoral de los partidos y movimientos es requisito ‘sine qua non’ para acceder a los cargos de elección popular, dieron origen a unas castas políticas mediante las cuales se han ido consolidando unos barones electorales en el Valle del Cauca. Aunque en el departamento hay cuatro millones y medio de habitantes, 42 municipios y más de una decena de partidos políticos, no son más de cinco los nombres que se repiten una y otra vez en el ejercicio del desglose del poder burocrático en la región.
De un lado, y por su discrecionalidad como mandatarios, es apenas lógico que en la Alcaldía de Santiago de Cali y la Gobernación del Valle del Cauca quienes más dependencias controlan son Rodrigo Guerrero y Ubéimar Delgado, respectivamente, pero en el fondo lo que deja ver el mapa actual del poder político del departamento es que los congresistas, concejales y diputados están literalmente cogobernando en todas las instancias y a todo nivel.
Los tentáculos más largos continúan siendo los de la exsenadora Dilian Francisca Toro, quien además del control de varias secretarías en la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle, ejerce una fuerte influencia en los organismos de control en todo el departamento y en varios institutos del orden nacional que cuentan con subsedes en la región.
Se suma a ello el control que tiene en una decena de alcaldías en el Valle, donde han sido ubicadas también fichas de su movimiento político Nueva Generación, que desde hoy tendrá en el Congreso de la República a un senador y tres representantes a la Cámara.
Pisando fuerte
En medio del dinamismo que ha demostrado tener la política local, han empezado a detectarse nuevos nombres en el radar del poder regional. Entre ellos el del senador liberal Édinson Delgado, a quien cuatro años en el Congreso le han sido suficientes para posicionarse en diversos sectores y dependencias del Valle.
No solo por esa suerte de control absoluto que viene ostentando en la Alcaldía de Buenaventura y su influencia en sectores privados de la ciudad portuaria, sino porque ha logrado mover sus fichas con una precisión que le ha permitido ganar cada vez más espacios en el departamento y en el concierto nacional.
Un camino por el que también empiezan a asomar los tres congresistas del Partido Cambio Radical (Carlos Fernando Motoa, José Luis Pérez y Carlos Abraham Jiménez), quienes en las elecciones legislativas no solo incrementaron su presencia por el Valle en el Senado y la Cámara, sino que paralelamente vienen sumando peso en el poder regional.
Junto a ellos figuran los nombres de otros dirigentes políticos que si bien no tienen una representación como titulares de las principales dependencias u oficinas en el sector público, sí han logrado ubicar cuotas suyas en el basto ramillete de cargos de menor jerarquía.
De acuerdo con la capacidad de decisión e influencia que cada uno de ellos ejerce sobre las principales dependencias en la Alcaldía de Cali, la Gobernación del Valle del Cauca, los organismos de control, los institutos descentralizados y las otras 41 alcaldías ubicadas a lo largo y ancho del departamento, estos son los grandes jugadores del poder regional.
Noticia de El Pais

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