1935.Después de consagrarse como Hermana Vicentina y de adquirir el titulo de
Licenciada en matemática, inició la más fructífera etapa de su vida dedicada a
la formación de la juventud. Muchas generaciones de niñas se enriquecieron con
su saber, pero su mayor logro fue haberlas guiado por el correcto camino de la
vida. Fue educadora en Genova (Quindio), Roldanillo, donde construyó un nuevo
edificio para el colegio, Buga y El Cerrito. Llegó
a nuestro municipio en el año de 1980 como profesora de matemáticas, siendo
promovida a directora del colegio Sagrado corazón en 1981, para ocupar el cargo
que dejaba Sor Aura Emilia Fernandez. Su primer compromiso con la sociedad
cerriteña fue la de levantar un nuevo edificio para el colegio ya que las
instalaciones existentes amenazaban ruinas. Con su tenacidad de arriero
antioqueño logró que el ministro de educación aportara los recursos necesarios
para su construcción. El arquitecto que diseñó y dirigió la obra fue el señor
Luis Ignacio Libreros, quien aparece en la primera fotografía junto a la niña
Flor María Inchimá Martínez y con Sor Matilde, con la banda que le colocaron
las estudiantes y que dice:" servidora de la juventud cerritña". La
obra se terminó en el año de 1992 y fue inaugurada el 15 de junio, el día del
Sagrado Corazón, patrón de la institución educativa. La ceremonia fue muy
sencilla, dándole un agradecimiento muy especial a la Divinidad por los favores
recibidos. El encargado de la Eucaristía fue el sacerdote Bernardo Escobar, con
quién aparece en la segunda fotografía al pie de la imagen del Sagrado
Corazón.Consiguió el laboratorio de química y física. Recibió condecoraciones
del departamento y del colegio cuando este cumplió cincuenta años de
funcionamiento. Se retiró del colegio en enero de 1996 y falleció a los ochenta
años, el 9 de marzo de 2015. En la secuencia fotográfica están los diferentes
momentos del edificio por ella levantado. Buena parte de la información fue suministrada
por Marlene Martínez y Omaira...empleadas con gran trayectoria en la
institución. Los cerriteños estamos en deuda con la memoria de Sor Matilde.
Tomado de
Memoria e Identidad