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El Valle no se detiene

lunes, 24 de junio de 2013

El primer secuestro y los más dolorosos de Colombia han ocurrido en Cali

Casi tres mil personas han  sido secuestradas en el Valle, a esa cifra han contribuido todos los actores armados. Hay historias insólitas.
Desde el 31 de Enero de 1933, cuando Cali fue escenario del primer secuestro extorsivo en la historia de Colombia, hasta el año pasado, la ciudad y la región desgraciadamente se han conmovido por varios de los casos más impresionantes de ese flagelo cuya documentación más fidedigna acaba de revelar el Centro de Memoria Histórica y Cifras y Conceptos, en una investigación en la que registraron más de 39.000 casos en los últimos cuarenta años en todo el país.
En el Valle del Cauca ocurrieron 2.729 casos entre 1970 y el 2010, que representan casi el 7 % del total nacional. El Valle es uno de los departamentos más afectados por ese delito.
Hace más de ochenta años los delincuentes comunes se llevaron a la niña Elisa Éder, pero solo hasta hoy Cali vivió el secuestro masivo más grande de la historia de Colombia, en la iglesia de La María, y el secuestro político que terminó con mayor número de víctimas que se realizó en la propia Asamblea Departamental. En el Valle han secuestrado las guerrillas de las Farc, el ELN, el M-19, el grupo Jaime Bateman Cayón, los grupos paramilitares y las bandas criminales.
Los más inesperados lugares, como una iglesia y la Duma Departamental, hasta la carretera al mar, han servido de escenario para cometer, a la luz del día y acudiendo a operaciones cinematográficas, los casi tres mil casos que el Centro de Memoria Histórica documentó con nombre y apellido. Allí hay comerciantes, industriales, ganaderos, políticos, miembros de la fuerza pública, menores de edad, hombres, mujeres y ciudadanos extranjeros.
Hay casos insólitos como el de Harold Éder, el padre de Elisa, quien fue secuestrado y posteriormente asesinado por la guerrilla de las Farc. Elisa, en cambio, fue rescatada sana y salva unas horas después de su rapto (en ese entonces, el secuestro no estaba tipificado como delito). Hoy su nieto dirige el programa de reincorporación de miembros de grupos armados a la vida civil.
La guerrilla del Ejercito de Liberación Nacional, ELN, ha sido la organización delictiva que más secuestros ha cometido en el departamento. Los secuestros masivos de la iglesia La María y de la carretera al mar en la vía al Kilómetro 18, ocurridos en 1999 y 2000, respectivamente, dejaron una huella imborrable en la sociedad caleña.
Al caer la tarde del domingo 17 de septiembre de 2000, en la vía que conduce al Pacífico, el ELN secuestró a setenta personas que fueron sacadas de dos restaurantes y una finca por miembros de esa organización, que vestían prendas privativas de las fuerzas militares. Casi un año antes, en la ciudad, las víctimas de esa organización habían sido 180 que se encontraban en un acto litúrgico. Entre las víctimas había decenas de menores de edad.
El Tribunal Superior de Cali decretó la prescripción del caso, pero las víctimas están reclamando ser oídas, así como esperan que se declare el secuestro como un delito de lesa humanidad para evitar que opere la prescripción.
Dos años después, en abril de 2002, en uno de los más impresionantes operativos de la guerrilla colombiana, las Farc sacaron del recinto de la Asamblea Departamental, en el centro de la ciudad, a doce diputados. Seis años después, once de ellos fueron asesinados a sangre fría cuando la fuerza pública seguía el rastro de los delincuentes.
Once diputados terminaron asesinados, mientras que la mitad de los setenta secuestrados en el Kilómetro 18 fueron rescatados en pocas horas. Por su parte, los feligreses de La María regresaron pronto a casa, pero tres perdieron la vida en los hechos.
El ELN ha realizado la mitad de los secuestros del Valle del Cauca, a los que se les ha confirmado el autor. Las redes criminales han causado el 18 % de estos delitos y las Farc, el 17 %.
La guerrilla del M-19, en la década de los ochenta, también escogió al Valle como lugar de sus actividades delictivas. En Enero de 1982 mantuvieron secuestrado a los pasajeros y tripulantes de un avión de la empresa Aerotal,  el Boeing 727, matriculado HK-2637-X, que permaneció en la pista del aeropuerto de Palmaseca durante dos días, al mando de un grupo de esa organización armada.
El grupo Jaime Bateman Cayón, disidente del M-19, causó varios secuestros en los municipios de Florida y Pradera. Alias Rommel fue capturado hace un par de meses en el municipio de El Líbano, en el departamento del Tolima. Este grupo debe responder por secuestros de ciudadanos españoles y japoneses ocurridos en el Valle.
El Bateman Cayón fue exterminado por guerrilleros de las Farc bajo órdenes de Pablo Catatumbo por la muerte de una guerrillera de ese grupo. Rommel se convirtió a las Farc pasa salvar su vida y extendió sus acciones al municipio de Candelaria, donde secuestró a un ciudadano japonés.
De los 2.729 secuestros documentados, solo 199 han terminado en sentencia, es decir que la impunidad es de más del 92 %. Más de la mitad de los secuestros en el Valle han  terminado con el pago del rescate por parte de las víctimas y el 30 % por liberación provocada por las autoridades.
Las historias del secuestro en el Valle pasan por la del empresario siderúrgico Norman Maurice Armitage, quien reveló hace unas semanas en entrevista a nuestra periodista Claudia Palacios que ha ayudado a la familia de uno de sus secuestradores e incluso le dio dinero para pagar la fianza con la que el victimario podría salir en libertad. A Armitage lo sacaron de su finca en Jamundí con la información que le aportó a sus captores uno de sus más cercanos trabajadores.
Los 11 diputados del Valle asesinados por las Farc
Entre las víctimas del secuestro en Cali se encuentra también Amparo Torres, hermana del jefe guerrillero Pablo Catatumbo, a quien sacaron de su lugar de trabajo en el norte de Cali miembros de grupos paramilitares.
En Cali apareció una bebé de pocos días de nacida que había sido secuestrada por una mujer caleña que la robo en Bogotá y pretendió esconderla en su casa en la capital del Valle, donde fue entregada a las autoridades por su propia madre.
Los casos son tan variados por sus autores, por sus víctimas, por las circunstancias en que ocurrieron, que es difícil encontrar un patrón para entender el fenómeno. La radiografía del secuestro en el Valle no solo es relevante por el hecho de que el Centro de memoria Histórica haya decidido investigar y documentar los últimos cuarenta años del delito, sino –especialmente– porque si nos encontramos cercanos a la suscripción de un acuerdo entre la guerrilla de las Farc y el gobierno colombiano, las víctimas tendrán derecho a que se conozca la verdad, a que se les repare adecuadamente, a que los victimarios sean condenados por la justicia, a tener garantías de no repetición de los hechos.
Las violencias entrecruzadas del Valle dificultan identificar a los victimarios; pero si queremos cerrar las heridas, será necesario que se sepa la verdad sobre cada caso.

Los secuestros, casi el doble de lo que se calculaba
En los últimos cuarenta años más de 39.000 personas fueron secuestradas en Colombia. Esta cifra, revelada en un estudio contratado por el Centro Nacional de Memoria Histórica con la firma Cifras y Conceptos, aumenta en casi 15.000 el número de víctimas de este flagelo y rectifica las estadísticas oficiales sobre este crimen.
 El estudio recopiló un 1.300.000 datos que permitieron documentar los 39.058 casos de secuestrados entre 1970 y 2010. De esta manera, la investigación demostró que hubo un aumento de 15.000 secuestros (62.74 %) con respecto a los 24.000 que habían registrado las autoridades para ese mismo periodo.
“La imagen que dejan los resultados es que esto ha sido de mucho más impacto en términos de cifras de lo que todos nos imaginábamos. Esto nos pone de frente a las monstruosidades que hay todavía por ver de los otros fenómenos de violencia”, explica Gonzalo Sánchez Gómez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica.
El informe clasifica las cifras de los secuestros a través de las víctimas, victimarios, la duración, la extorsión y las estadísticas por municipios.
Las Farc encabezan la lista de los autores de este delito, pero también muestra el peso que han empezado a ganar otros sectores criminales que también usan este crimen como las llamadas Bandas Criminales, Bacrim. El informe encontró que de los 9.082 casos en los que se confirma el responsable de un secuestro, están las Farc (37 %) y el ELN (30 %), es decir que entre estos dos grupos armados ilegales se encuentran los responsables del 67 % de los secuestros del país. Le siguen lo que los investigadores llamaron las redes criminales, con el 20 % y los paramilitares, el 4 %. Otros que no identifican serían los autores del 9 % restante.
Para el gerente de Cifras y Conceptos, César Caballero, el leve aumento que han tenido las redes criminales en el secuestro puede demostrar la visibilización en los últimos años de grupos que han estado dedicados al secuestro y que habían permanecido ocultos por el protagonismo que obtuvo las Farc.
En lo que se refiere a las víctimas, la investigación halló que de los 20.284 secuestrados, el 19.3 % eran funcionarios públicos y de la Defensa (es decir militares y policías), mientras que el 19.14 % correspondía a ganaderos, campesinos y agricultores y otro 18.9 % eran comerciantes.
El estudio reveló también que de 18.949 plagios la motivación del secuestrador, el cobro de extorsiones fue el más recurrente, con 84 %, seguido por el secuestro político, con el 12 %, y otros motivos en el 4 % de los casos.
“El secuestro ha ido tomando muchos rostros, uno era el del M-19 que tenía una finalidad política y otro el de las llamadas pescas milagrosas, en el que las personas de cualquier clase social eran secuestradas, no importaba cuanto podía pagar la víctima”, explica Sánchez.
Los investigadores encontraron que de 28.592 secuestros, el 60 % terminó por el pago de extorsiones, un 20 % finalizó por rescates y el 8 % de las víctimas fueron asesinadas durante el cautiverio.
                                                                                                                    Noticia de El Pais

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